¿Cuál es la diferencia entre sobrevaloración y burbuja?
|Sobrevaloración y burbuja son dos conceptos distintos, que a veces se confunden.
Aunque no hay una frontera exacta que delimite cuándo estamos ante una sobrevaloración y cuándo estamos ante una burbuja, es muy importante entender la diferencia entre ambas situaciones, para saber cómo actuar ante ellas.
La sobrevaloración consiste en que un activo (las acciones de una empresa, por ejemplo) cotice por encima de su valor “justo”. La sobrevaloración es algo bastante normal, y que se produce con frecuencia.
En primer lugar debemos ser conscientes de que el valor “justo” de una empresa es algo que no sabe nadie. Muchos analistas podrán tener su propia estimación, pero todas esas estimaciones no son más que opiniones subjetivas, no datos objetivos.
Por ello, es fácil entender que es casi imposible que una acción cotice a su valor “justo”, aunque supiéramos que ese valor “justo” son exactamente 10,34 euros, por ejemplo.
Por eso, lo normal es que la cotización esté por encima o por debajo de ese valor “justo”.
Teóricamente, a 10,33 euros estaría infravalorada y a 10,35 euros estaría sobrevalorada. Pero, en la práctica, se llama “sobrevaloración” al hecho de que cotice claramente por encima de su valor justo, e infravaloración al hecho de que cotice claramente por debajo de su valor “justo”.
¿Y cuánto es “claramente”? Eso también es algo subjetivo, no hay reglas fijas.
Podría ser un 20%, pero también un 30%, ó un 50%. Para unos la sobrevaloración empezará en el 15% y para otros en el 25%. Como tampoco sabemos exactamente cuál es el valor “justo”, en un mismo punto una persona puede considerar que la cotización está un 20% por encima de su valor “justo” y otra que está un 26% por encima de ese valor “justo”, ya que cada una de ellas ha estimado un valor “justo” diferente de la otra. Incluso para un inversor cierta empresa puede estar sobrevalorada en el mismo momento en que otro inversor considera que cotiza aproximadamente a su valor “justo”.
Entienda que el concepto de sobrevaloración es algo difuso, y que tiene grados, también difusos. Una acción puede estar sobrevalorada, poco sobrevalorada, muy sobrevalorada, etc. Exactamente lo mismo sucede con la infravaloración.
La sobrevaloración, y la infravaloración, son situaciones normales y habituales. Una empresa que esté sobrevalorada en un momento dado, corregirá esa sobrevaloración antes o después (normalmente con una caída de las cotizaciones, aunque también podría suceder que la cotización se mantuviera estable o subiera y que el valor real de la empresa subiera más, eliminando esa sobrevaloración).
Una burbuja es una sobrevaloración extrema.
¿Y cuánto es “extrema” exactamente? Pues sucede lo mismo que con el “claramente” anterior, no hay fronteras exactas.
Las burbujas no suceden habitualmente, sino en momentos puntuales, que suelen quedar en la memoria.
Por ejemplo, Iberdrola, Procter & Gamble o ACS han estado en muchos momentos sobrevaloradas e infravaloradas, pero nadie lleva la cuenta de todos esos momentos, ni los recuerda (a no ser que alguno de esos momentos coincidiera con alguna compra o venta personal, o algo similar). Estas empresas, y todas las demás, alternan constantemente momentos de infravaloración con momentos de sobrevaloración.
Las burbujas, como la de internet de los años 1999-2000, son algo que queda en la Historia, y que se recuerdan siempre.
Comprar una empresa sobrevalorada es un error, que debe evitarse, pero no es una tragedia. Si la sobrevaloración no es excesiva y la empresa es buena, con el tiempo el inversor acabará ganando dinero, aunque menos que si hubiera comprado esa misma empresa cuando estaba infravalorada. De hecho, probablemente todos los inversores compran algunas empresas cuando están sobrevaloradas, porque nadie tenga el inmenso acierto de hacer todas las compras de su vida en momentos de infravaloración. Pero, lógicamente, siempre que se haga una compra hay que procurar que sea en momentos de infravaloración, aunque a veces nos equivoquemos.
Comprar en una burbuja sí es un error grande, casi podríamos decir que una “tragedia”. Hay compras realizadas en momentos de burbuja que nunca serán rentables ya que, por muchos años que pasen, el inversor que las hizo y las mantuvo no conseguirá ganar poder adquisitivo, o al menos harán falta muchas décadas para que deje de perder poder adquisitivo con esa inversión.
Hay que procurar evitar comprar empresas sobrevaloradas, aunque sabiendo que a no ser que seamos unos genios, alguna vez compraremos alguna empresa sobrevalorada.
Y hay que evitar por todos los medios evitar comprar en una burbuja, porque eso si es un problema importante. No se preocupe, evitar comprar en burbujas es algo que está al alcance de cualquier inversor.